Phelps - Lochte, primer asalto en los 400 estilos
Lochte aspira a desbancar al actual campeón olímpico


Comienzan los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y como plato fuerte, en la primera jornada se vivirá uno de los enfrentamientos más esperados del evento, el duelo entre Michael Phelps "el tiburón de Baltimore", y Ryan Lochte "el torpedo de Canandaigua"; las dos estrellas de la natación estadounidense se verán las caras con toda probabilidad en la final vespertina de los 400 metros estilos, prevista para las 20:30 (hora española), varias horas antes, los dos gigantes de la piscina habrán nadado sus respectivas series, Phelps estará en la cuarta y Lochte en la quinta y última… los mejores tiempos estarán en la final, Ryan Lochte parte como favorito y espera desbancar a Phelps del trono olímpico conquistado en Pekín 2008.
La primera gran prueba de fuego para los dos competidores tuvo lugar el pasado mes de junio en la ciudad de Omaha. Lochte se hizo con la primera plaza en los 400 metros estilos, dejando para Phelps la segunda de las plazas que otorgaban el pasaporte directo para los Juegos Olímpicos de Londres. El aspirante Ryan Lochte marcó la gran diferencia en los dos últimos estilos. Tras un comienzo de carrera igualado, en el que Phelps dominó el estilo libre y Lochte la espalda, la braza y la mariposa decidieron la prueba. Los dos nadadores finalizaron con las dos marcas líderes del TOP mundial del año, dos registros que con toda seguridad serán batidos en la final del día 28: 4:07.06 para el campeón, 4:07.89 para el subcampeón.
Puede que en Londres todo sea diferente, que Phelps imponga su clase, sus ganas de demostrar al mundo que es el mejor nadador de la historia y que va a conseguir sin ningún tipo de oposición afianzarse como el deportistas con más medallas de la historia de los Juegos Olímpicos, algo que tiene a tiro, ya que solo tendría que sumar tres metales para superar a la ex gimnasta Larissa Latynina. Pero al campeón de Baltimore le mueve algo más que sumar nuevas medallas a su extenso palmarés, como él mismo ha afirmado - "No cuento las medallas que gano ni las que acumulo".
Michael Phelps ha tenido que luchar en muchos frentes a lo largo de estos años. Llegó a Pekín en 2008 como la gran esperanza de la natación estadounidense, el hombre que podría batir el legendario récord de medallas de Mark Spitz. Salió de la capital china convertido en una leyenda olímpica, con el trabajo bien hecho y una colección de títulos y récords del mundo muy difíciles de superar.
Problemas con la justicia, con las drogas, declaraciones salidas de tono y la sensación general de que el campeón no reunía fuera de la piscina los requisitos exigibles a una estrella mundial, condiciones indispensables para convertirse en el mejor deportista de la historia olímpica. Su rival y amigo Lochte ya conoció en 2008 la gloria olímpica; pudo besar la medalla de oro en los 200 metros espalda y compartir el relevo largo en estilo libre al lado de la leyenda Phelps. Sus éxitos, a la sombra de Michael, comenzaron a ocupar portadas en los campeonatos mundiales de Roma 2009 y Shangai 2011...Phelps- Lochte comenzaba a ser una de las grandes rivalidades del deportes mundial, y los dos, tenían en mente la cita londinense de este año para poner en práctica sobre la piscina su condición de dominadores de la piscina.
El día ha llegado. Se abre el telón del centro acuático de Londres, y los dos grandes referentes de la natación mundial vuelven a verse las caras, esta vez en el mejor escenario posible. Favoritos en las apuestas y referentes para millones de espectadores, abren la competición de los 400 metros estilos a las once de la mañana, por la tarde la resolución del primer asalto de la pelea… tendremos nuevo rey olímpico, o seguiremos adorando al ídolo Michael Phelps.